Cuerpo y alma al cacique de hierro
Hace meses que se puede apreciar una gran figura de hierro en cercanías del acceso a Rincón de los Sauces por ruta nº 5, es desarrollada por el reconocido escultor Gustavo Anglese para el empresario local Ángel Salazar y ya fue bautizada con el nombre “El alma de hierro”.
Es que es así, el artista puso el cuerpo y alma en Rincón luego de ser convocado para la construcción del cacique que dará la bienvenida a la ciudad, donde decidió tomar estadía hasta terminarla, asegurando que es la obra más grande que le solicitaron.
El Cacique de hierro pesa entre 7 a 8 toneladas de hierro puro y soldadura, contemplando solo en su torso 4700 kilogramos, siendo manipulado por grúas que participan de los trabajos diarios.
En su pecho contiene un auto antiguo que encontró en sus días de trabajo “vi el auto, arrumbado, arruinado me pareció que debería formar parte, le comenté a Ángel y lo montamos”, resaltando que no hace bocetos previos para las obras.
Anglese, oriundo de Quilmes, Buenos Aires, en sus treinta años de carrera ha realizado trabajos en países como Chile y Alemania, asegura que su primer contacto con el hierro fue en un taller metalúrgico en el año 1994. Con este noble metal y un poco de imaginación, surgieron sus primeras creaciones. Así nació esta profesión que tanto ama y estas esculturas que sigue creando con tanta pasión hasta el día de hoy.
“El hierro me dio y me sigue dando muchas satisfacciones, como el tener piezas dispersas por varios países del mundo.” Mi contacto con tantas culturas, con su gente y tantos pedidos solicitados, me inspiraron a comprender que es posible la creación de piezas tan originales y variadas que se transforman en únicas”, cerró.